Familia Blázquez


DOMINGO BLÁZQUEZ: dsc_0085dsc_0077

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Yo puedo decir que conocí a Domingo Blázquez y familia con todo el orgullo del mundo. Persona sencilla, en un entorno maravilloso su paraíso propio, lleno de vida, convive con sus animales y el imponente monte que rodea y protege sus pensamientos; con la maza y la gubia en la mano, recrea todo aquello que ama, convirtiendo en piedra sus recuerdos más importantes para que la memoria no le juegue la pasada de no recordarlos en algún momento… Entre ellos el rostro de sus padres agradeciéndole toda la vida que ha tenido la oportunidad de vivir, de su hermana compañera de infancia, de sus hijos continuadores de su estirpe artística por los cuatro costados; de sus perros de los que habla como hermosos compañeros de camino, a los cuales agradece los años vividos con él .Y de todas las grandes imágenes que rescata de las mejores etapas de la escultura , como obras de Bernini, para volver a ponerlas a nuestro alcance, en nuestro presente para que podamos mirar lo eterno y efímero del arte por un instante. Recrea aljibes, piscinas, fuentes y suspiros. Impresiona su sencillez y humildad a la par que la grandeza de su alma de artista, sin ninguna duda. Esa pequeña figura pero grande como pocos, con años a sus espaldas, ha vivido y revivido su historia, se siente feliz paseando su hermosa mente y sus valiosas manos por esas huertas y campos llenos de olivos, que igual esculpen el mejor de los bustos, como dan de comer a sus fieles animales.
Para despedirse abrió su palomar dejando volar a una veintena de palomas produciendo un espectáculo natural inolvidable. ¿Por qué los hombres buenos se llevan tan bien con los animales?

Mar Blázquez sin ser pintora domina el dibujo que muchos quisieran. Su amor por el caballo la lleva a conocer su fisonomía como si se tratara de un cirujano de tanto moldear con sus manos cada uno de sus músculos. Esa febril devoción por esculpir en cualquiera de los materiales, resinas, piedra, madera, bronce, hace que sea una de la promesas de la escultura en la región. Formada a las espaldas de su padre, donde la hacía ponerse de niña para que fuera viendo como manejaba los instrumentos de esculpir o sus propias manos, solo necesitas verla manejarse dentro de su taller para saber que tiene ese duende de artista heredado en vena de su padre. Sus rostros mantienen parte de la vida, que te hace plantearte como ha conseguido plasmar en su expresión la esencia de la persona.
Se dice que la escultura es la especialidad dentro de las artes que desarrollan aquellos que poseen mayor inteligencia, hay que dominar espacio, dimensiones, materiales, dibujo, para poder dar forma a cualquier boceto, esto sumado a la exigencia de los mismos artistas hace que sean muy pocos los que se dedican a este hermoso arte. Enhorabuena por esa magnificencia a la par que sencillez.
Ana María Vacas
Todas los articulos pertenecen @ Ana Vacas.


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